Tips para alejarte de las lesiones

Ser corredor no es significado de sumar kilómetros y correr en todos los eventos posibles, no, ser corredor significa ser un deportista responsable y apasionado que cuida cada detalle de su cuerpo para no fallar en la búsqueda de un nuevo éxito. Saber cuándo parar o seguir será fundamental para evitar estar fuera de las competencia, checa por qué: 
 
Contra las molestias en rodilla
El factor principal de riesgo es el exceso de grasa corporal (poco común en la mayoría de los corredores). El doctor James Fries, profesor en la Escuela de Medicina en la Universidad de Stanford, plantea que el ejercicio aeróbico mejora los procesos en el organismo además de la salud y el funcionamiento de las articulaciones. Mientras te ejercitas, los cartílagos de las rodillas, los tobillos y la cadera se oxigenan y liberan los desechos al comprimirse y expandirse. Sin la actividad física las células en los cartílagos se debilitan y se enferman, lo cual nos llevará a lesionarnos.
    
Cuando las lesiones llegan
Mientras la carrera no incrementa el riesgo a padecer lesiones pero si las actividades previas y posteriores a la actividad, especialmente si no las tratas a tiempo o si te aceleras demasiado durante el periodo de recuperación. Para evitar todo tipo de lesión, no intentes correr ante cualquier dolor en las articulaciones, trata de ejercitarte en superficies suaves, usa unos tenis adecuados para ti e incluye ejercicios de estiramiento en tu rutina diaria. 
 
Prevenir estas lesiones te mantendrán alejado de daños a largo plazo y podrás seguir edificando éxitos en competencia.
 
Tobillos
Un esguince de tobillo reduce tu balance y te hace vulnerable a lesiones posteriores que en conjunto te llevarán a la artritis. 
Evítalo:
Balance sobre un pie. Conserva el equilibrio sobre tu pierna izquierda mientras sostienes un par de mancuernas. Realiza de 8 a 10 flexiones con los brazos mientras te mantienes parado sobre un pie. Si sientes inestabilidad, descansa tu pierna derecha en el suelo entre las repeticiones. El objetivo es mantenerte sobre un pie todo el tiempo. Cambia de pierna para el ciclo siguiente.
 
Rodilla y cadera
La combinación de un glúteo medio débil y una banda iliotibial tensa puede ocasionar “rodilla de corredor” o bursitis en cadera. Con una estabilidad adecuada en rodillas y caderas tendrás un movimiento anormal reducido y un desgaste mínimo en el cartílago. Te mostramos dos ejercicios enfocados a estas áreas.
Evítalo
Levantamiento de pierna. Coloca una banda elástica alrededor de tus tobillos. Sosténte sobre tu pie izquierdo con la rodilla ligeramente flexionada mientras elevas tu pierna hacia atrás en un ángulo de 45 grados. Realiza tres ciclos de 15 repeticiones con ambas piernas.
 
La cigüeña
Coloca tu cuerpo del lado derecho y a unos cuantos centímetros de la pared. Mantén el equilibrio sobre tu pierna izquierda mientras flexionas y elevas tu rodilla derecha hasta recargarla en la pared. Presiona tus glúteos. Inclina ligeramente tu cuerpo hacia la izquierda para evitar el contacto del hombro con la pared (sólo la rodilla debe tocarla). Sosténte en esa posición durante 30 segundos o más y luego repítela del otro lado.