¿Te gustan los mariscos? Inclúyelos en tu dieta de corredor

Los mariscos, además de tener un supuesto efecto “afrodisiaco“, pueden ayudarte de diferentes maneras, pero es necesario conocer su valor nutrimental, de modo que se adapten de la forma adecuada y en las cantidades necesarias para tu organismo.

Lo primero y más importante es diferenciarlos, ya que se dividen en dos tipos y estos se encuentran en el grupo de “Productos de origen animal y leguminosas“:

  • Moluscos: como ostión, almeja y pulpo.
  • Crustáceos: como camarón, langosta y langostinos.
  • Pescados: Atún, huachinango y salmón (que no son mariscos como tal).

 

Ahora bien, aunque los mariscos sean un alimento que no se tome tanto en cuenta para los corredores, el cuerpo necesita de esos nutrimentos para reparar los músculos y tejidos después de cada entrenamiento y competencias, así como para mantenerlos fuertes y sin lesiones.

Es por ello que aquí te damos 3 razones por las que debes incluir algunos mariscos en tu dieta:

Fuente de proteína.

Entre los mariscos que aportan más proteína están los camarones, los ostiones y el pulpo. Para que te des una idea, 6 camarones pacotilla o 75 gramos de ostiones aportan la misma cantidad de proteína que 30 gramos de bistec o pescado.

 

No temas del colesterol.

Una de las causas por las cuales la gente no come mariscos, es debido a su aporte de colesterol.

No obstante, los de mayor contenido son los ostiones y camarones. Además, de acuerdo a un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, mencionó que el consumo moderado de camarones no afecta de manera adversa los niveles de colesterol en sangre, e incluso, su consumo moderado es recomendable para una dieta saludable para el corazón.

 

Bajos en grasa.

Es necesario que identifiques que la mayoría de los mariscos contiene muy poca grasa y la que llegan a aportar es principalmente poliinsaturada, es decir, de la que protege al corazón.

Además, son una excelente fuente de ácidos grasos Omega 3 y, por esto, ayudan a disminuir los niveles de colesterol, asimismo contienen hierro, fósforo, cobre, magnesio, selenio, vitamina D y vitaminas del complejo B.

El pulpo por ejemplo, contienen calcio que es un factor importante para la contracción muscular, mientras que la almeja y ostión aportan una elevada cantidad de zinc, que entre otras funciones, regula procesos de cicatrización y de reparación de tejidos.