Corre y elimina la grasa de esas zonas complicadas

Todos hemos escuchado alguna vez a alguien diciendo que comer algún particular alimento puede traer como consecuencia que este se dirija y se aloje en un punto específico del cuerpo, los corredores somos metículosos y creemos que eso puede suceder.
 
La realidad a todo lo anterior es muy distinta, que las donas se acumulan en los muslos y la cerveza en el abdomen es un mito. Comer más colorías de las que gastas, sin importar el origen de éstas, es la razón por la cual engordas y esa grasa de más se acumula en todo el cuerpo pero hay que decir que la genética es la que rige dónde se acumulará esa grasa si no quemamos lo suficiente durante nuestros entrenamientos.
 
A ningún corredor le gusta tener kilos extra en las caderas o los muslos, eso es un hecho, sin embargo, esto no representa un peligro tan grande para la salud del corredor como lo es acumularla en el core.
La grasa abdominal aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, presión arterial elevada y por supuesto, reducir nuestras capacidades al correr puesto que el Core es nuestro centro de poder corporal. Si tu cintura es más grande de lo que debería, necesitas ingerir menos calorías de las que quemas y adoptar una dieta alta en carbohidratos integrales que vayan acorde a tus entrenamientos.
 
Los investigadores de la Universidad de Tufts en Massachusetts afirman que quienes mantienen una dieta rica en carbohidratos provenientes de frutas, leguminosas, vegetales y granos enteros tienen cinturas más pequeñas, es por eso que al comenzar un programa de entrenamiento, deberías llenar tu dieta de dichos productos.
 
La lección es sencilla, la nutrición para los corredores es fundamental para que desaparezca esa "llantita" de la que tanto nos quejamos cuando corremos, no se trata del tipo de alimento, sino de la cantidad y la frecuencia con la que lo consumes además de los entrenamientos a los que te sometas.