¡Cuidado con el sobreentrenamiento! (Parte 2)

 
En Runner's World no queremos que esto te suceda, por lo anterior agenda en tu entrenamiento una sesión de descanso en la que realices otro tipo de actividad como bicicleta, caminar o yoga. Checa los siguientes puntos, toma nota y cuida tu cuerpo.
 
Estado de ánimo. Estás de mal humor. Cuando tu cuerpo está devastado por el entrenamiento (o por estrés), éste produce hormonas como el cortisol que puede causar irritabilidad o ansiedad. El estrés también detiene químicos como la dopamina, un neurotransmisor en el cerebro que tiene un fuerte efecto en el estado de ánimo cuando estás agotado. El mal humor puede significar que no te has recuperado lo suficiente. 
 
Bienestar. Estás enfermo. En cualquier enfermedad o cuando una mujer está en el ciclo menstrual, se incrementará la necesidad de energía para recargar el sistema inmune, el cual debe trabajar por más tiempo. Esto son menos recursos disponibles para recuperarte del entrenamiento. 
 
Dolor. Si te sientes adolorido o necesitas atención a una lesión. Si estás adolorido por un sobreentrenamiento en los músculos o por causa de una lesión, recuerda que tu cuerpo necesitará más energía para recuperarse por completo. 
 
Rendimiento. Tu trabajo es deficiente. Esta es una medición subjetiva de calidad, no de cantidad ni de intensidad. Si te sentiste bien en el entrenamiento o carrera de ayer, deberás evaluarlo, pero si ahora te sentiste desganado en la misma carrera, no debes calificar el trabajo que realizaste como deficiente. 
 
Saturación de oxígeno. Tu nivel de oxígeno ha disminuido notablemente. El oxígeno que se encuentra en la hemoglobina de los glóbulos rojos se mide al poner tu dedo índice en un oxímetro, entre más alto sea el porcentaje es mucho mejor. Arriba del 95% es la norma a nivel del mar, para un atleta aclimatado perfectamente a la altitud.