Aunque entrenes puedes ganar peso, entiende por qué y ten cuidado

Si alguna vez has entrenado para un maratón, probablemente esperaste perder peso. Y tiene lógica, ya que las carreras largas de dos, tres o hasta cuatro horas te hacen quemar una cantidad muy significativa de calorías.
 
Muchos corredores analizan su peso días antes de la carrera y descubren que en vez de haber bajado, agregan aún más kilos. Y es que algunas veces, los corredores ganan peso porque cambian su dieta conforme a los kilómetros recorridos, o bien, debido a otros factores como cambios hormonales que llegan de un momento a otro. 
Por otra parte, en ocasiones una ganancia en peso es una señal de que las cosas van bien.
 
Aquí te decimos por qué los números en la báscula suben durante tu entrenamiento y cómo alimentarte para que llegues a la carrera en tu peso ideal.
 
Estás más hambriento  
El entrenamiento para un maratón, implica un mayor número de kilómetros a recorrer, mayor número de calorías quemadas y de igual manera, un aumento en tu apetito. 
Este comportamiento afecta más a las mujeres ya que un estudio descubrió que el incremento en la percepción del hambre se acentúa más en ellas que en los hombres, debido a que el ejercicio acelera la producción de las hormonas que regulan el apetito, provocando que coman más.
Si terminaste una carrera larga de tres horas de duración, por supuesto que necesitas comer para recuperarte. Esta comida debe ser rica en carbohidratos y proteínas. Después de alimentarte se sugiere ser honestos y preguntarnos si aún tenemos hambre, sed, o si simplemente es un antojo. Para mantener los antojos a distancia y evitar calorías innecesarias, aparta las tentaciones de tu vista.
Puedes probar otras técnicas como, por ejemplo, salir a dar un paseo de 15 minutos, esto disminuirá tus ganas de comer.
Otra forma de evitar este comportamiento es usar tu cronómetro como una herramienta para evitar tentaciones. Espera 20 minutos antes de rendirte y comer ese antojo que tanto anhelas. Por lo general, después de que pasan 20 minutos, la necesidad de comer ya no es tan fuerte.   
 
Estás comiendo en exceso
Corres 16 kilómetros y regresas a casa hambriento. Inmediatamente después comes unos hot cakes, un smoothie, huevos con tocino, pan tostado y algunas galletitas. Sin darte cuenta ¡has comido mil 200 calorías! Lo que representa unas centenas más de las que ya habías quemado en tu carrera.
Para evitar la sobrecompensación necesitas hacer una elección inteligente de lo que comes durante el día. 
Incluye de todo, aunque de preferencia alimentos mínimamente procesados y ricos en carbohidratos, fibra y proteína. Los últimos dos alimentos tardan más en ser digeridos, alejando el hambre y evitando que comas más de lo que debes. 
¡Ojo! también se recomienda a los corredores evitar caer en el pensamiento de: “me lo merezco”. Terminar con éxito una larga carrera no te da el derecho de comer el frasco entero de galletas.
El reto es ajustar tus comidas para que le des a tu cuerpo la energía suficiente para tus carreras y también para tu recuperación, pero sin excederte. Si comes 3 o 4 horas antes de tu entrenamiento, tu cuerpo estará cargado con energía para realizar una carrera y no sentirás hambre. Después de correr, evita un refrigerio para recuperarte y en lugar de eso siéntate a disfrutar de un alimento completo en los próximos 30 minutos después de tu ejercicio.
 
Estás ganando músculos y reteniendo líquidos
No siempre ganar peso significa algo malo. De hecho, pueden ayudar en el rendimiento de tus carreras. Los meses de entrenamiento pueden reducir grasa corporal y al mismo tiempo agregar masa muscular. El músculo es más denso que la grasa, lo cual explica porque la báscula marca un incremento a pesar de haber perdido algunos centímetros alrededor de tu cintura y haber obtenido mayor fuerza.
 
Otra razón por la que se obtiene peso antes de una carrera puede ser retención de líquidos, ya que no solamente los corredores acostumbran tomar más líquidos antes de una carrera, sino que además comen más carbohidratos. Ellos a su vez captan agua, derivando una posible retención de líquidos. Pero no te preocupes demasiado, la retención a asegurar tu hidratación y gasto energético en tu carrera, y el líquido retenido tiende a desaparecer días después de participar en la carrera, cuando disminuyes tu ingesta de carbohidratos o de líquidos.