APRENDE A CORRER CON MENOS

Uno de los referentes de la literatura americana es "Walden, la vida entre bosques", casi tan rico y descriptivo como la Biblia. Uno puede pasarse la vida entera releyéndolo para asimilar todas sus lecciones, pero el mensaje principal de su autor, Henry David Thoreau, es muy preciso.
 
“Malgastamos nuestra vida con muchos detalles. ¡Simplifica, simplifica, simplifica!” 
Imagina que sales a correr. No necesitas ningún tipo de maquinaria (ni motores, ni cuchillas, ni aspas, ni poleas. Ni discos, ni bobinas, ni mástiles. No necesitas tampoco ningún tipo de orden. No tienes que ir a un sitio específico (puedes hacerlo en cualquier lugar). Si tienes césped cerca, podrías correr descalzo. Si tus vecinos fueran muy comprensivos y los mosquitos no demasiado agresivos, podrías incluso hacerlo desnudo. 
 
Como buenos productos de una sociedad materialista, nos hemos complicado la vida. Recuerda como es inevitable escuchar el pitido de miles de relojes. A lo mejor te gusta correr contra ese amigo invisible que está dentro de tu reloj, incluso puedes ajustar el latido de tu corazón al ritmo de la música de tu iPod, puedes descargar hasta el más mínimo detalle de tu entrenamiento al segundo de terminar para cerciorarte  que siempre permanecerá en la memoria de tu ordenador. La clave está en que permanezca en tu memoria, y no en la del ordenador, algo que sólo puede conseguirse mirando hacia delante.
 
Fingiendo ser lo que realmente eres, un animal. Eso supone dejar atrás el GPS, y todo aquello que complica tu entrenamiento. Se trata de hacerlo para fortalecerte, o ser más rápido, en vez de hacerlo por el simple hecho de completar un ejercicio. No se trata de un deber, sino de una bendición, además de poder sentir la sangre corriendo por tus venas en vez de contar los latidos de tu corazón con un pulsómetro.
 
Si te parece algo egoísta, merece la pena añadir que lo sencillo es lo mejor, también en otras facetas. Utilizar menos materiales supone un menor impacto al medio ambiente. También supone menos tiempo metido en el coche y un mayor tiempo con tu familia. Un amigo de Thoreau le dijo que podría ganar algo de dinero, así que estaría bien que cogiera el tren a Fitchburg. Henry le contestó que podría haber aprovechado el tiempo necesario para ganar el dinero que costaba el tren en caminar los 50 kilómetros que separan Fitchburg de su casa en Concord. Quería decir andando, ¡así que imaginad si lo hubiera hecho corriendo! 
 
Por supuesto, si necesitas algo de material para salir a correr, utilízalo. Albert Einstein, tan inteligente como Thoureau, dijo una vez: “Todo debería simplificarse hasta donde sea posible, pero nunca más allá”. Lo más importante es dejar atrás los ruidos de tu cabeza y el perenne ruido de los telediarios diciéndote lo que tienes que hacer, desear y planear. Trata de salir del rebaño por un momento y escápate. 
 
Esta es una de las más grandiosas y primarias aficiones. Si cuando haces el amor no llevas los auriculares puestos, piensa que tal vez no te hagan falta hoy cuando salgas a correr.