EL LADO ÍNTIMO DEL RUNNING

No lo había pensado hasta que mi editor puso el tema en la mesa a través de un correo electrónico. Las dudas, incertidumbres y preguntas que nos acompañan mientras nos vamos haciendo más cercanos o regulares en esta actividad pueden ir mucho más allá del típico cuestionamiento sobre ritmos o lesiones, entrenamientos o carreras, y aterrizar en la zona de lo que muchos sienten como incómodo, extraño, íntimo o personal. Es un hecho que todos hemos pasado por esa etapa. En donde las reacciones de nuestro propio cuerpo a los entrenamientos o a correr cada vez más regularmente, o ciertas circunstancias o contextos específicos nos hacen cuestionarnos sobre las más diversas cosas. En este número que estás leyendo obtendrás diferentes respuestas a muchas de esas preguntas y, gracias al correo de nuestro editor, este mes me sumo a ese ejercicio de apertura y sinceridad sobre algunas de esas preguntas en la frontera de lo personal o lo incómodo, pero que responden a una natural y sana curiosidad.

Comencemos con lo importante: correr y sexo.

Si lo que quieren saber es si su vida sexual se verá modificada por estar convirtiéndose en corredores o corredoras, la respuesta es ¡sí! Y de maneras muy positivas y a veces inesperadas.

LO OBVIO

Tener buena condición física ayuda a un mejor desempeño físico en lo sexual. Más esfuerzo y menos cansancio. Claro, sin olvidar que acompañado al entrenamiento suele venir un sentimiento de mejoría física que se puede canalizar como confianza en la cama, o en la sala, o en donde ustedes prefieran tener sexo. Nos sentimos más atractivos cuando nos sentimos en mejor forma, y nos sentimos en mejor forma conforme más corremos o entrenamos.

En lo psicológico, esa confianza se convierte en una actitud atractiva que pueden notar nuestras novias, esposas o parejas. Respecto al mito del sexo durante la noche previa de una prueba, diversos especialistas de salud, incluidos ginecólogos, obstetras, psicólogos y hasta entrenadores y corredores profesionales, han coincidido en que no pasa nada si se tienen relaciones sexuales. Incluso, para muchos corredores propensos a sentir estrés o nervios, puede ser una forma de relajarse (algo muy importante en la preparación mental antes de una carrera) y dejar de obsesionarse, pensar en la carrera y lo que puede pasar, bueno o malo, esperado o inesperado. Por otro lado, la misma liberación de endorfinas ayuda como un analgésico muy disfrutable, siempre y cuando se entienda que no se trata de una sesión de sexo donde se vaya a intentar romper un récord de duración o probar parte del Kamasutra ilustrado con posiciones extremas y demandantes.


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Hace un par de años, una encuesta entre mil corredores, hombres y mujeres, realizada por una marca de calzado, arrojó que 48 por ciento de estos deportistas menores de 40 años, aseguraban que su rendimiento en una carrera había mejorado gracias a tener sexo durante la noche previa. De nuevo se trata de una sesión de sexo, agradable, divertida, no de una prueba de crossfit casero o un entrenamiento de intervalos que vaya a llevar tu ritmo cardiaco al límite por varios minutos.

Un estudio previo de la misma marca de zapatos había mostrado que las parejas que corren juntas tienen más sexo. 

Otra investigación realizada recientemente por la Universidad de Oxford entre dos mil participantes del maratón de Londres, mostró el siguiente resultado: aquellos que tuvieron sexo la noche anterior al evento, fueron en promedio cinco minutos más rápidos que los que no tuvieron sexo.

Arturo Aguilar es el autor de este texto y columnista de Runner´s World México, puedes encontrar más de él en la revista impresa o en su cuenta de Twitter @AguilarArturo