5 COSAS QUE LAS MUJERES DEBERÍAN SABER SOBRE SUS PARTES PRIVADAS

 

Cuando te estás alistando para salir a correr, probablemente piensas en cosas mínimas como las calcetas, la hidratación, el estómago y la lista que escucharás mientras corres. Pero hay cosas en las que debes pensar: tus senos, útero, y vagina. 

 

 

 

Si llegas a casa después de correr y te das cuenta que tienes más flujo de lo usual, no entres en pánico, es normal, dice Julie Levitt. 15 veces maratonista y ginecobstetricia certificada del Women's Group of Northwestern en Chicago. Correr no te hace generar más flujo, sólo te hace liberarlo. “Cuando exprimes físicamente a tu cuerpo, vas a experimentar un incremento de presión intra-abdominal”, dice Levitt. Además, los ejercicios de alto impacto, como correr, te ayudan a mover todo lo que está dentro para que salga.  

 

Probablemente lo sabes, el sudor entre las piernas es algo real para los corredores. Eso es lo que pasa cuando entrenas muy intenso y tus piernas rozan 180 veces por minuto. Si no secas regularmente el sudor, es muy sencillo que las infecciones vaginales aumenten y se multipliquen, generando mucha molestia y picazón. Reduce el riesgo usando ropa sintética que es hecha para la mejor evaporación, o con material antibacterial, agrega Levitt. Y no importa cuánto corras, bañarte es la opción número 1 después de terminar. 

 

Mientras que los pechos grandes pueden moverse hasta 3 centímetros hacía arriba y abajo, incluso los pequeños pueden tener una fuerza de impacto cuando corres, dice Deirdre McGhee, fisioterapeuta en Breast Research Australia en la Universidad de Wollongong. “Las mujeres deben pensar en proteger su cuerpo, piensen en sports bra que sean de soporte máximo para protegerlas”, dice. 

 

 

Correr no causa prolapso uterino, pero sí puede exacerbar los síntomas en quienes ya tienen ese problema con la debilidad del piso pélvico, dice Levitt. Mucho más común, significa que las mujeres que han dado a luz de forma natural o están cerca de la menopausia lo pueden sufrir. Cuando el útero prolapsa puede generar una presión en la uretra causando incontinencia. Y cuando te estás ejercitando, aumenta la presión intra-abdominal junto con los brincos, que forzas a tu útero y termina por haber fuga de orina. 

 

Hemos escuchado de ellas, o lidiado con ellas: rozaduras en los senos o pezones. Pero si haz experimentado rozaduras en la vulva, no te avergüences. NO eres tú. “Una gran cantidad de mujeres se quejan de que su labio menor se irritó mientras corría”, dice Levitt. Esto es más común de lo que parece y sucede con mujeres que tienen los labios vaginales internos visibles. Puedes ayudarte poniéndote vaselina o cremas anti-rozaduras en la zona para evitar molestias.