3 TRUCOS MENTALES PARA SUPERAR EL DOLOR DURANTE LA CARRERA

 

Estudios muestran que tu cerebro puede “apagar” tu cuerpo cuando aún tiene más que dar: en experimentos de la Universidad de Cape Town en Sudáfrica se le indicó a los participantes que hicieran un ejercicio de alta intensidad por el mayor tiempo posible. Cuando decían terminar, los investigadores estimulaban sus músculos, que se contraían con gran fuerza.

Samuele Marcora, director de investigación en la Escuela de Ciencias del Deporte y Ejercicio en la Universidad de Kent, Inglaterra, dice que mientras corremos, el cerebro pesa “la percepción del esfuerzo y la motivación por triunfar”. Cuando el primero pesa más que el segundo, bajamos el ritmo o paramos. Pero si cambiamos cómo percibimos el esfuerzo e impulsamos la motivación, podremos obtener más de nuestro cuerpo.

 

Recuerda los sacrificios

Cuando está sintiendo el dolor durante una carrera, el ultracorredor Dylan Bowman cambia sus pensamientos hacia lo que él llama “lo que cuesta la motivación”. Se pone a pensar en todos los sacrificios que hizo para estar ahí: ahorrarse una rebanada de pizza más o un cerveza, dejar de estar con su novia para entrenar, viajar para llegar a la carrera. “He ganado carreras que no pensaba ganar sólo pensando en todas las cosas que sacrifiqué”, dice Bowman. “Es impresionante cuanto más puedo aguantar cuando hago este ejercicio mental”. Entonces recuerda todas esas salidas de tu cama calientita, todas las fiestas que te perdiste y el trabajo que te costó salir a correr aunque fuera de noche. Recordar estos momentos pueden distraerte de la incomodidad  e impulsarte a dar más.

Agradece

Karl Meltzer, quien el año pasado estableció el récord de velocidad en recorrer el camino de los Apalaches (alrededor de 76 kilómetros de colinas durante 45 días consecutivos), dice que su secreto para manejar el dolor es "pensar en lo afortunado que soy de estar haciendo esto”. Mientras corría, Meltzer repetía su agradecimiento con el equipo. “Mostrar gratitud siempre mejora las cosas”, dice.

De acuerdo con Emiliana Simon-Thomas, directora de Ciencias en el Centro Greater Good Science de la Universidad de Berkeley en California, expresar gratitud es efectivo ya que “ayuda a que la gente pase de un pensamiento ansioso centrado en uno mismo a uno optimista y alegre”.

Así que cuando te empiece a costar trabajo, reflexiona sobre las circunstancias y personas que han contribuido a que tú estés aquí corriendo. Por ejemplo: tu pareja por apoyarte mientras entrenabas y esperarte en la meta; tu cuerpo, porque está sano; tu trabajo y tu jefe porque tu sueldo paga por las carreras. Y para mejorarlo, cuando pases por las estaciones de agua y de primeros auxilios, sonríe y agradéceles por estar ahí. Simon-Thomas dice que la gratitud es más poderosa cuando se expresa verbalmente.

Medita

Hay una creciente cantidad de evidencia de que meditar por sólo ocho semanas puede inducir a cambios estructurales en la parte del cerebro relacionada con la autoregulación. Esto ayuda a manejar nuestra respuesta a estímulos emocionales fuertes, como el dolor. Brandon Rennels, un maestro de meditación en el Instituto de Liderazgo Search Inside Yourself en San Francisco, dice que la meditación te ayuda a distinguir entre la incomodidad física y tu respuesta emocional a ella. “El dolor es malo, pero la ansiedad que viene con ese dolor puede ser mucho peor”.

Rennels recomienda que los novatos en meditación empiecen con un minuto por día e ir aumentando la duración gradualmente, hasta lograr 15 o 20 minutos al día. Cuándo lo hagas es menos importante que la constancia, así que hazlo cuando tengas oportunidad. Para meditar, siéntate cómodo en un lugar silencioso, por un cronómetro para el tiempo que quieres y concéntrate en la sensación de respirar. Si llegan pensamientos a tu mente, velos, y regresa a enfocarte en tu respiración.