10 cosas que todo corredor debe saber sobre su abdomen

Todos los corredores hemos experimentado los beneficios que nuestro deporte nos brinda. A muchos nos relaja, a otros les ayuda en su salud o los mantiene activos, pero una de las cosas más importantes, y quizá por la que la mayoría empieza, es para bajar de peso.

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  • Probablemente, hemos bajado algunos kilitos al empezar a correr, o de pronto, la ropa nos empieza a quedar más grande. ¿Te ha pasado?
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Existen dos tipos de gordura, la periférica o subcutánea, distribuida en casi todo el cuerpo, y la visceral, que se forma en los órganos internos del abdomen. Esta última está asociada con el síndrome metabólico, que es el causante de la aparición de diabetes e incluso problemas del corazón.

Por lo que es importante mantener la fortaleza del abdomen, que además a ayudarte a conseguir diferentes logros, te alejará de enfermedades.

Así que aquí te dejamos 10 cuestiones esenciales que debes saber sobre la salud de tu abdomen. Algunos no podrás creerlos.

 

1. Peso adecuado vs. abdomen de hierro.

Una persona que está en su peso adecuado, puede que tenga gordura visceral y tener un vientre abultado. Así que cuidar esa parte esencial del cuerpo es más que necesario.

 

2. Core fuerte = carrera eficiente.

Los corredores que involucran ejercicios de fuerza, tienen la posibilidad de fortalecer y definir el abdomen para percibir una ventaja más: mejorar la economía de carrera, y así, el rendimiento.

3. ¿Brazos fuertes y abdomen flácido?

Existen muchos corredores que fortalecen los brazos y hombros, pero no ponen atención en aspectos clave que les permitirán trabajar el core de manera más eficiente. Con ejercicios aeróbicos y una dieta específica, es posible.

La barriga de los hombres y los laterales de la cadera en las mujeres son las áreas críticas. “En estas áreas, el tejido abdominal adiposo sirve como protector de los órganos internos, y estimula la formación de más grasa“, comenta la nutrióloga deportiva, Priscila Machado.

 

4. Poca alimentación = Lesiones.

Para bajar la panza, no solo se necesita cortar calorías; uno de los problemas de las dietas restrictivas y de los largos periodos sin comer, es que eso solo causa una pérdida de la masa muscular, y para los corredores, una predisposición a las lesiones.

Controlar la insulina es una buena estrategia para tener un abdomen fuerte. Ya que esta, es la responsable de regular la glucosa en la sangre y su transformación en grasa.

 

5. Elige inteligentemente.

Escoge los alimentos con bajo índice glicémico, como los granos integrales y frutas con cáscara. Lo contrario a los dulces y carbohidratos simples (como el pan blanco).

  • Los carbohidratos NUNCA se deben eliminar de la dieta, sino que deben repartirse en pequeñas porciones durante el día.

 

6. ¿Baja intensidad para quemar calorías?

FALSO. Aunque la quema de grasa siempre está relacionda con actividades aeróbicas de larga duración y baja intensidad (donde solo quemas después de 30 minutos de ejercicio), es una mentira. La regla es: más condición física tengas, más rápido se utiliza la grasa como fuente de energía.

7. La clave para un abdomen de hierro.

Los entrenamientos de intervalos son lo ideal para reducir la grasa abdominal.

Cuantos más músculos haya en el cuerpo, mayor será el gasto de energía para mantenerlos, lo que acelera el metabolismo, y permitiendo que la grasa se utilice más como fuente de energía a lo largo del día.

 

8. Más no siempre es mejor.

Se tiene la creencia que entre más abdominales hagas diario, mejores resultados obtendrás, pero esa información es falsa.

  • Como todo músculo, el abdomen debe ser sometido a una sobrecarga y necesita tiempo para recuperarse.

 

9. La fórmula perfecta.

Un número alto de repeticiones aumenta la resistencia abdominal, pero para que se fortalezca y aparezcan los deseados “cuadritos“, bastan 3 sesiones semanales, con cargas adecuadas y un intervalo de descanso, de al menos, 48 horas.

 

10. La respuesta para un abdomen fuerte es:

La mejor manera de quemar grasa va a depender de nivel de condición física que tenga el corredor.