¿Un masajito después de correr? Hazlo como los expertos

¿A quién le ha pasado que después de llegar de trabajar lo que más desean es descansar o recibir un masaje? Incluso al terminar una sesión de fuerza, o un entrenamiento de alta intensidad, el ansiado “masajito“ siempre se antoja, pero no es necesario que alguien especializado te lo haga, puedes realizarlo tú mismo.

Cuando sientas un poco de dolor muscular o desees relajarte, puedes aplicarte un automasaje. Solo recuerda que antes de comenzar, busques un lugar tranquilo donde puedas estar cómodo. Esto es importante para no crear más tensiones en el cuerpo.

También puedes utilizar una crema o aceite para ayudar a que las manos se deslicen sobre el área de masaje.

 

Identifícalos: Aquellos basados en alcanfor producen una sensación caliente en la piel, lo que ayuda a aliviar el dolor, mientras que si deseas combatir la inflamación, utiliza aquellos con árnica en su fórmula.

 

Realiza los siguientes automasajes dependiendo del área que te duela:

 

Hombros.

Utiliza la mano opuesta al lado del cuerpo que deseas masajear. De esa forma podrás manejar mejor el área.

 

Pies o piernas.

Se vale usar ambas manos para hacer movimientos sincronizados. Trata de sentir con las puntas de los dedos aquellos músculos que te gustaría masajear. Con tus manos, realiza movimientos circulares o deslizamientos a lo largo de los músculos. Si la región está un poco dolorida, concéntrate, inhala y coloca las manos sobre la región. Al exhalar, aplica un poco más de presión a medida que deslizas tus dedos. Utiliza pelotas de tenis para el masaje en pies. Coloca un pie en el suelo y el otro encima de la bola. Después, desliza hacia adelante y hacia atrás mientras presionas ligeramente la planta del pie contra la pelota y el suelo.

 

Espalda.

Coloca una colchoneta o manta en el suelo. Acuéstate boca arriba y posiciona dos pelotas de tenis alineadas en la región glútea, una en cada lado de la columna vertebral. Es muy importante colocar la bola sobre el músculo y no en la columna. Inhala y exhala tres veces. Posteriormente, desliza tu tronco sobre las dos bolas hasta llegar al cuello.

 

IMPORTANTE: Evita los "dont's" de los masajes.

No intentes hacer los siguientes ejercicios o terminarás peor que como comenzaste. ¡Ten cuidado!

1. Si presentas un gran dolor, sospechas de alguna fractura o desgarre, busca la ayuda de un médico. La manipulación puede agravar el problema.

2. Revisa el tamaño de tus uñas. Si son largas, puedes rasguñar la piel y dañarla.

3. Evita presionar con fuerza. El masaje no debe ser doloroso para que tenga efecto. Comienza con movimientos suaves.

4. Concéntrate en los músculos y tejidos blandos. Evita manipular los huesos o hacerlos “tronar”.