¿QUÉ PASA CUANDO HACES UNA DIETA ALCALINA?
En la actualidad escuchamos que debemos de “comer mejor” para evitar enfermedades como diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, cáncer, entre muchas otras y también para tener una mejor calidad de la vida.
La mayoría de los alimentos que consumimos normalmente producen residuos ácidos que invaden el torrente sanguíneo y nuestros órganos como los riñones y el hígado (los cuales son los responsables de eliminar estos ácidos).
¿QUÉ ES LA DIETA ALCALINA?
La dieta alcalina se refiere al consumo de alimentos enteros y orgánicos como verduras, frutas, granos enteros ( quinoa, maíz, avena, arroz y linaza ) leguminosas, miel de abeja, miel de agave, lechadas ( arroz, almendra, coco y avena), semillas ( nuez de la india, avellana, cacahuates, ajonjolí), aceite de oliva y vinagre balsámico.
Al someterte a una dieta alcalina es preferible que los alimentos que consumas sean orgánicos y que sean lo menos procesados y con el mínimo de conservadores.
Los alimentos alcalinos tienen un pH entre siete y nueve, estos se clasifican en alimentos alcalinos y alimentos alcalinizantes, esto significa que se convierten en alcalinos al momento en el que se combinan con las enzimas digestivas.
Cuando empecé a investigar todo esto me sonó muy razonable desde mi punto de vista como nutrióloga, pero desde el punto de vista personal no me emocionó tanto ya que tendría que pasar más tiempo en la cocina y eliminar alimentos que acostumbro consumir; pero como nutrióloga y persona curiosa que soy, pensé en por qué no darle una oportunidad a la dieta alcalina y así poder recomendarla o no a mis pacientes.
¿QUÉ BENEFICIOS TUVE?
Hoy en día continuo llevándola en un 70% de mi alimentación, el otro 30% es “normal”, consumo huevo, té, vino y pescado (aunque después de la dieta alcalina es muy raro que se me antoje).
Lo que si he notado es que duermo y descanso mucho mejor, mi rendimiento en la actividad física mejoró bastante. No me dan migrañas o dolores de cabeza, mis antojos disminuyeron, mi intestino trabaja de manera correcta, mi piel y cabello lucen más saludables y la pancita o el horrible gordito disminuyó bastante.
Te recomiendo que empieces haciendo pequeños cambios, como por ejemplo: consume agua natural o de frutas naturales en lugar de jugos envasados o refrescos. Opta por frutas y verduras como snacks, cambia la preparación de tus alimentos por asados o al vapor en vez de fritos, consume grasas saludables como aguacate y semillas, pero sobretodo ejercítate mínimo 30 minutos todos los días.
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