MIGUEL RAMOS: PASIÓN EN CADA KILÓMETRO

Antes de ser un corredor con súper tiempos, Miguel no era tan apasionado de correr, llego al mundo del running gracias a las pesas, ya que su entrenador le programaba planes en los cuales incluía 30 minutos corriendo, y “al final me terminó gustando más esa media hora de correr que las pesas y entonces me atreví a hacer un 10k, de ahí un 21k y de ahí ya el maratón”.

MI PRIMER MARATÓN

La primera vez que experimentó el demandante reto que implica un maratón, lo hizo en Chicago en el 2012. Al día de hoy, Miguel ha corrido 6 maratones y por primera vez el Maratón de Boston 2018.

MI PRIMER BOSTON

Miguel nos cuenta que escuchó un sin fin de historias sobre Boston, sobre lo difícil que puede llegar a ser la carrera en todos los sentidos, así que se preparó con cuestas, terrenos ondulados y tempo en altura para poder hacer frente de la mejor manera al maratón. Sabía que el clima iba a ser un gran enemigo, pero él esperaba el temido calor del que todos hablaban, sin embargo este año se llevó la sorpresa del frío y la lluvia, el combo perfecto de un clima extremo.

“Ya puesto en la zona de salida, mojándonos, no quedaba de otra que darlo todo como fueran las condiciones. En cuanto arrancó el maratón, un rush de alegría corrió por mi cuerpo, por decir: “estoy corriendo Boston!”

Pasando por momentos de tormenta y momentos también de solo frío, finalmente llegó a la milla 20 en dónde Mike volvió a ver a toda su familia, hermanos, cuñadas y su futura esposa, Renata. “Me dio un empujón tan fuerte que subí Heartbreak Hill a un buen ritmo para después cerrar los últimos 10K en un paso más rápido del que empecé el maratón. La lluvia ya no la sentías… eran las piernas las que gracias a las subidas y bajadas, el frío y el viento, ya no respondían de la misma manera; en realidad empecé a correr con miedo de que en cualquier momento me dejaran ahí botado. Pero fue entonces cuando me llegó a la cabeza todo el apoyo y todas las porras que había recibido de la gente que quiero y que me quiere”.

Él último kilometro fue muy especial para Miguel, volvió a ver a su familia y lo motivo a correr súper rápido los últimos 500 metros de la carrera, también estaba cumpliendo una promesa que se había hecho en el Maratón de Chicago 2012.

“Fue sin duda la mejor experiencia que he tenido corriendo un maratón, gracias a la ciudad, condiciones tan salvajes que nos tocaron y la porra que tuve ese día! Lo repetiría las veces que sean! Aunque ojala en 2019 nos toque un clima más amigable”.

SU MOTIVACIÓN

“Me motiva mejorar mis tiempos” es una de las metas que como corredor en algún momento nos hemos planteado y Miguel toma fuerza de ello y cada que lo ve posible, va por esa meta y cada vez más y más. “El proceso es padrísimo, estas corriendo con un grupo, estas haciendo ejercicio, y es lo que me  gusta”.

UNA CARRERA INOLVIDABLE

Chicago 2017, es el maratón en el que marcó su mejor tiempo, toda su familia estaba ahí apoyándolo “y fue una carrera que de principio a fin, no la sufrí… desde que empezó, iba con una sonrisa, es una carrera que gocé muchísimo”.

RITUAL ANTES DE UN MARATÓN

Un día antes, prepara absolutamente todo lo que usará durante la carrera. Cuida cada detalle, desde tener el outfit completo hasta guardar los geles en las bolsas de sus shorts. Toma una foto y la sube a sus redes sociales; se carga de buena vibra leyendo los comentarios que le dejan.