¿Vas a empezar a correr? ¡Programa un examen médico!

Es probable que hayas memorizado tus registros personales como el ritmo de tu carrera o tu ritmo cardiaco. Pero ¿tienes idea de cuál es el nivel de tu presión arterial, o de tus niveles de azúcar en la sangre? Y si eres principiante, ¿sabes cómo comenzar a cuidar tus  pulsaciones o tu salud al correr? “Muchos corredores piensan que por ser atletas o comenzar a ejercitarse, no sufrirán de problemas de salud como por ejemplo la hipertensión o la diabetes”, nos dice Mark Harrast, médico del deporte en la Universidad de Washington y director de los médicos del maratón de Seattle.
 
La mejor manera de salvaguardar tu salud a largo plazo es detectar los problemas desde un inicio. Cuando comiences a trazar tus metas de inicio del año o para empeara a correr, consulta a tu médico para añadir estos exámenes a tu calendario previo a comenzar tus entrenamientos. 
 
Presión arterial
No hay síntomas tempranos para detectar la presión alta (hipertensión), pero entre más tiempo esté sin detectarse y sin tratarse, el daño a tu corazón y a tu presión arterial será mucho mayor, lo que eleva las probabilidades de un infarto. Correr mantiene la presión de la sangre controlada, ya que el ejercicio ayuda a dilatar la sangre de las venas en el cuerpo y permite que circule más libremente. Sin embargo, el doctor Harrast advierte que los corredores no deben asumir que son inmunes a la hipertensión. Uno de cada tres estadounidenses, por ejemplo, son propensos a tener presión alta, no obstante, la mayoría no lo sabe. Cada que cumples años el riesgo se eleva. Tu comida favorita también juega un papel importante; consumir sal, grasas saturadas y mucho alcohol son los agravantes.
 
Cuándo empezar. A los 18 años y luego checarse cada año.
Objetivo. Mantener la presión arterial 120/80 mmHg.
 
Colesterol 
Algunos colesteroles – substancias grasas – son necesarias para construir membranas celulares sanas y proteger los nervios de las células del cerebro. Ya que lo que el cuerpo no utilice para llevar a cabo las funciones vitales puede causar daño. El colesterol malo (lipoproteínas de baja densidad o LDL) se aferra a las arterias saboteando el flujo de la sangre en tu corazón y generando la inflamación. El buen colesterol (Lipoproteínas de alta densidad o HDL) absorve y elimina el exceso de colesterol. 
Aumentar el colesterol bueno es benéfico, así como disminuir el malo, afirman los médicos. Debido a que no existen razones precisas sobre el impacto positivo de los que realizan deporte, no se sabe exactamente la “dosis” que se necesita de colesterol para un efecto máximo.
 
Cuándo empezar. Empieza a los 20 años y después lo que el doctor te recomiende. 
Objetivo. Que el colesterol total de tu cuerpo se encuentre debajo de los 200 mg/dL; LDL abajo de los 100 mg/dL; y HDL arriba de los 60 mg/dL.
 
ESTIMULANDO LA TIROIDES
Hormona
Una tiroides hipoactiva o hiperactiva puede hacer que tus entrenamientos preferidos sean mucho más difíciles. Esto, debido a que la hormona de la tiroides regula la cantidad de energía que debe llegar a todas las células, incluyendo a los músculos. Tener poca tirotropina o TSH (hipotiroidismo) puede hacérte sentir débil, mientras que los niveles altos de esta hormona (hipertiroidismo) aceleran tu ritmo cardiaco y te harán sentir nervioso. No obstante, lo más preocupante de esta enfermedad es que 25 millones de personas que la padecen, luchan con problemas serios de sobrepeso, depresión, sueño, alto colesterol y problemas de fertilidad. Correr es una de las maneras de ayudar a la tiroides a mantenerse saludable y funcionando. 
 
Cuándo empezar. A los 35 años y luego cada 3 o 5 años. 
Objetivo. Mantener los niveles de TSH entre .5 y 5.0 mlU/L.
 
Niveles de ferritina (Hierro)
El hierro es el ingrediente clave para la producción de hemoglobina ya que contiene transportadores de oxígeno que llevan a éste último de los pulmones a los músculos. Si la hemoglobina es baja, tus entrenamientos van a pagar el precio (los corredores tienden a bajar sus niveles de hierro para aumentar su volumen sanguíneo). No obstante, no existe ninguna alarma o aviso que anuncie la deficiencia del hierro. Algunos de los síntomas son aumento en la fatiga, falta de energía, dolor de músculos, dolor en las articulaciones y bajo rendimiento; junto con una serie de cosas incluyendo gripa y el sobreentrenamiento. Si la cantidad de hierro necesaria no se restablece en tu cuerpo, pueden aparecer problemas del corazón.
 
Cuándo empezar. Cuando los síntomas aparezcan. Mujeres y personas vegetarianas pueden preguntar por formas de prevención.
Objetivo. Debajo de los 25 ng/mL.
 
Nivel de azúcar en la sangre
Los niveles de azúcar son generados por los carbohidratos que consumes y éstos son la mayor fuente de energía para tu cuerpo. Para utilizar este combustible en energía, tu cuerpo necesita la hormona de la insulina y tomar el azúcar de la sangre y llevárla a tus células. Una persona con diabetes de tipo 2 (la más común) las células de su cuerpo ignoran la insulina o simplemente no produce lo suficiente, por tanto, la glucosa se eleva y genera problemas del corazón, de los riñones, los ojos, los nervios y los vasos sanguíneos. 
Correr disminuye los niveles de azúcar en la sangre ya que los músculos queman glucosa. Sin embargo, eso no significa que puedas saltarte este examen, especialmente si tienes algún familiar diabético. 
La detección temprana ayuda a muchos atletas con diabetes a disfrutar sus rigurosos entrenamientos y sus carreras. 
 
Cuándo empezar. Empieza a la edad de 45 años (antes si hay historia en la familia); después checarse cada año. 
Objetivo.  Debajo de los 100 mg/dL.