¿LA MEJOR MANERA DE LUCHAR CONTRA EL CÁNCER DE MAMA? CORRIENDO

“En esta vida, si uno no tiene amor por la vida, no importa que tengas hijos, no importa que veas a tus seres queridos seguido, ni que hagas lo que te gusta, la enfermedad que más mata es la depresión, no el cáncer, no la diabetes”, son las palabras de Claudia Avilés, una corredora que lucha contra el cáncer.

  • En octubre de 2011, fue cuando a esta corredora le diagnosticaron cáncer de mama, no obstante, el diagnóstico fue que todavía estaba a tiempo de erradicarlo. ¡Parecía un excelente momento!

Sin embargo, la noticia todavía fue más devastadora para Claudia de lo que cualquiera pudiera pensar, ya que acababa de correr su primer maratón (Ciudad de México), se había preparado más de nueve meses para completarlo, haciendo sacrificios para recorrer todos y cada uno de esos kilómetros. Y la alegría de haberlo logrado era incomparable… pero el destino le tenía una nueva jugada.

“Fue un gran golpe, y yo pensaba que no era cierto, no podría serlo”, comenta Claudia, quien de pasar entrenando todos los días, cambió las pistas por citas en el hospital. No obstante sus ganas de seguir adelante no terminaron con ella.

  • Mientras seguía en su rutina de visitar el hospital casi todos los días, se inscribió al maratón de Puebla después de la devastadora noticia, y fue ahí cuando se enamoró todavía más del running. ¡Como nunca!

“Al correr ese maratón sentí como si tuviera gripe, fiebre, sentía zumbidos, se entumió mi brazo izquierdo… todo me pasó. Pero al terminar dije, prefiero mil veces hacerlo y sentirme mal corriendo, que estar convaleciente en una cama o en el hospital”, comentó Avilés.

A partir de ese momento, esta luchadora no ha dejado de correr maratones, sin embargo, en su afán por seguir corriendo y “olvidarse” de su enfermedad, dejó su tratamiento y recayó, “un grave error, pero me dieron un jalón de orejas, y retomé el camino”.

Ahora, esta corredora de fondo sabe que los únicos elementos que necesita son: actitud, vencer el cansancio físico, y buscar con el corazón cada una de sus metas, porque al final, Claudia trata de dar el mejor ejemplo de vida a su hija de siete años, además de inspirar a otros corredores a nunca darse por vencidos; así el panorama se vea borroso, la solución está en amar la vida y todo lo que la rodea.

¿Qué te parece la historia de Claudia Avilés? Hay que mandarle todos nuestros buenos deseos, ¿o no?