El título de corredor por Arturo Aguilar

Hay quienes creen que para merecer este ‘título’, hay que registrar ciertas distancias o correr a cierta velocidad. Que no los engañen. Cada quien es corredor a su manera, aunque a algunos intensos y/o veteranos del running esto les moleste. 

 

Es innegable que correr se ha puesto de moda en los últimos años. 

Además de actividad lúdica y terapia ocupacional, ahora el running integra también una parte de ritual social (en ciertos círculos sociales, entre jóvenes, decir que corres te puede hacer ver/quedar bien), de escenario para la participación colectiva, grupal o individual en un fenómeno social. Hoy hay mas gente que nunca llamándose corredores, y curiosamente, gracias a lo que escuché en una carrera reciente, descubrí que hay amantes de este deporte a los que esta tendencia no les agrada tanto.

 

A ver, pongamos algo en claro, ser corredor no se define por una distancia o un pace/paso mínimo. Tampoco por el numero de medallas de carreras que se tengan.

Corredor, en mi perspectiva y experiencia, es aquel que sale a correr, regularmente, y a su paso, con diferente nivel de esfuerzo, da cuenta de cierta distancia o tiempo. Y lo disfruta. Lo sufre y lo disfruta.

 

Hace un par de semanas, una amiga decidió ‘comenzar a correr’. En mente tiene participar en alguna carrera 10K en los siguientes meses y antes solo había hecho, casi por obligación laboral, una carrera de 5 kilómetros que caminó-trotó. En su primera semana logro superar la barrera de trotar por 6kms por primera vez. Le costó. Al otro día sentía el esfuerzo de la sesión y se preparaba mentalmente para 4 kilómetros más a la mañana siguiente. Ese esfuerzo, ese ánimo, ese sentimiento es el que nos hace corredores.

 

Mientras me platicaba de sus primeros trotes y trataba de minimizarlos en comparación a mis sesiones de entrenamiento para el maratón de Chicago, como si por eso se fuera más o menos corredor, recordé los días en que superar la barrera de los 10 km. no era algo normal, de cuando mantener un pace por "N" kilómetros me resultaba casi inconcebible (para un par de meses después dominarlo como si nada, ya fuera un trote a 7mins/km o una carrera a 5mins/km). Ese sentimiento de sorpresa de "no puedo creer que acabo de correr ____ kilometros/tiempo".  Ese sentimiento es muy de corredores. Cierta incredulidad y asombro combinados. Una satisfacción callada y, a veces, algo dolorosa (esos dolores en piernas, rodillas, espinillas u otras partes del cuerpo).

 

Uno de los mayores atractivos que encuentro en el running es que siempre hay espacio para una frase así sin importar nuestra experiencia o intensidad como corredores.

Sin embargo, descubrí que entre el grupo de corredores experimentado o veterano, entre los intensos que solo piensan en nuevos récords personales o en yo-solo-corro-maratones, parece crecer un celo respecto a que solo ellos deberían ser reconocidos como corredores, mientras que todos los demás, los que salen al parque de la colonia, o hacen carreras de 5 o de 10K, o que no corren pensando en paces y récords y competencias, son meros arribistas, humanos conversos a la religión de moda que no merecen el mismo crédito. 

 

Hace unas horas tuve que soportar la compañía de algunos corredores así. De quienes se regodeaban a las 6:50am de que estas si eran carreras porque la ruta corta era de 15 kilómetros y la larga de 26 kms. 

Que aquí no había colados o trotadores ocasionales. Como si eso fuera algo malo, o como si no hubiéramos pasado todos en algún momento por esa fase. Como si no fuese disfrutable y reconocible.

 

Ustedes no se engañen, ni se dejen llevar por el bullying de estos egoístas del running. 

Ser corredor es mucho mas que tiempos, distancias y carreras, y quien no lo tenga claro, no está viendo la foto entera. 

Sin importar lo mucho o poco que corran, 'lento' o 'rápido', el esfuerzo de levantarse y hacerlo es lo que los hace corredores. 

Aunque a muchos les moleste, es un título que cualquiera con un poco de compromiso y esfuerzo puede obtener en poco tiempo. Y el sentimiento que llega con el, es único. Garantizado.