5 NUTRIENTES IDEALES EN LA ALIMENTACIÓN DE UNA CORREDORA
El hierro por ejemplo ayuda a compensar la pérdida de sangre con respecto a la menstruación, así como el calcio que previene el riesgo de desarrollar osteoporosis, etcétera.
Es común que las mujeres se obsesionen más con la alimentación y el cuidado del peso, pero esto puede tener aspectos negativos.
"Alrededor del 80% de las corredoras no conocen el Síndrome de la Tríada de la Atleta Femenina, que se caracteriza por un balance energético negativo (cuando el gasto calórico es menor a su consumo), trastornos en el ciclo menstrual y baja densidad ósea", explica la ginecóloga Tathiana Parmigiano.
Por lo que la alimentación de una corredora debe ser cuidada con respecto a la calidad de los alimentos, no a la cantidad. Es por ello que en Runner's World México te explicamos los 5 nutrientes esenciales para una mujer en general.
Hierro.
Es importante fortalecer el consumo de hierro debido a la pérdida de sangre que sufren las mujeres durante la menstruación y que pueden desarrollar anemia. Puedes comer frijoles que son una gran fuente de hierro y fibra.
Vitamina C.
Ingerir vitamina C mejora la absorción del hierro en el cuerpo. Puedes comer una mandarina que contiene la cantidad necesaria diaria. Otras opciones son cereza, naranja, guayaba, pimiento, piña o jitomate.
Isoflavina.
Es un fitoestrógeno que tiene una acción parecida a la hormona femenina conocida como estrógeno. La puedes encontrar en la soya y sus derivados e incluso puede llegar a reducir en un gran porcentaje los síntomas de la menopausia.
Calcio.
Fortalece los huesos, además de ser un nutriente esencial para las mujeres, ya que son propensas a padecer osteoporosis. Debes consumir aproximadamente 1000 mg de calcio (mujeres entre 19 y 50 años de edad) según el Consejo Americano de la Nutrición.
Grasas benéficas.
Estas contienen ácidos grasos poliinsaturados con propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar el malestar y la hinchazón durante el síndrome premenstrual. Come por lo menos una porción de estas que puedes encontrar en el salmón, el aceite de linaza, el aceite de oliva y las oleaginosas (como almendras y nueces).