4 entrenamientos para mejorar velocidad sin lesionarte

Si ya has logrado superar la barrera de correr a un ritmo adecuado, por lo menos durante 30 minutos, ¡Felicidades!… ¡Pero ahora sí viene lo bueno! Debes empezar a correr más rápido, y si lo haces de la manera adecuada, podrás mantenerte lejos de las lesiones por un largo tiempo. ¿Cómo? Sigue leyendo.

Para que tu cuerpo pueda tener la capacidad de desplazarse a un ritmo más alto, es necesario ponerlo en forma en todos los sentidos.

Y para lograrlo, necesitas trabajar estos aspectos clave: resistencia, velocidad, fuerza y recuperación activa; las cuales, son las bases de TODO corredor, incluso si eres recreativo o de alto rendimiento.

Lo importante es que superes tu velocidad sin temer a las lesiones. No tengas miedo de aumentar el ritmo, ya que las repeticiones son básicas para ir más rápido.

A continuación te dejamos 4 entrenamientos que te ayudarán a aumentar tu velocidad, sin temor a lesionarte, si ya eres capaz de trotar por 30 minutos sin parar.

Recuerda que si los practicas con constancia, en poco tiempo tu nivel físico habrá aumentado considerablemente. ¡A CORRER!

 

1. Comienza.

Incluye una vez a la semana intervalos o repeticiones en tu entrenamiento. Por ejemplo, trota de 10 a 15 minutos para lubricar los tendones y ligamentos, estira los músculos y recupérate.

Luego, realiza de 6 a 8 repeticiones cortas (de 200 metros aproximadamente) con descansos de dos minutos, y al final, realiza un trote ligero de 5 a 10 minutos.

 

2.  Al siguiente día.

Trota por 30 minutos, realiza ejercicios de estiramiento e incluye alguna rutina alterna de trabajo de fuerza, que pueden ser ejercicios en el gimnasio y con poco peso, o saltos.

 

3. Al tercer día.

Corre a ritmo más intenso durante 20 a 25 minutos. Inicia a un 60% de tu capacidad y termina a un ritmo que te haga sentir que ha sido un buen reto.

 

4. Aprovecha tus fines de semana.

Utiliza esos dos días para tus distancias largas, alternando una semana de carrera continua a ritmo cómodo, por una de un tiempo mayor al que acostumbras.

Por ejemplo: si tu última distancia fue de 30 minutos, ahora intenta correr 40. La siguiente vuelve a los 30, y en la que viene haz 45 minutos, hasta llegar a un máximo de 1 hora con 20.