El Cruce: una carrera fuera de lo común

Tras completar los 101 kilómetros de este Cruce de los Andes puedo decir que la experiencia no solo merece la pena, sino que resulta inolvidable para todos aquellos que toman la salida.
 
Si tienen la oportunidad, vengan a correr esta competencia. Es la idea fundamental de esta publicación, una idea que se ha ido fundamentando a base de kilómetros y experiencias en un entorno sin igual, con un ambiente sensacional y un trato al corredor excelente. Porque las tres etapas de las que consta El Cruce tienen todo lo que un corredor de aventura busca: sendas, caminos perdidos en la naturaleza, dureza, zonas técnicas (aunque se echa de menos la falta de algo con mayor dificultad) y la sensación de encontrarte solo ante la montaña.
 
Y si las etapas tienen todo eso, no se pueden imaginar lo que les espera al llegar a meta. Y es que El Cruce es una prueba en la que el corredor solo tiene que preocuparse de gestionar el tiempo que esté corriendo, ya que cuando acaba la etapa todo son facilidades. Asado, ensaladas, frutas, bebidas calientes y frías, buen trato y grandes tertulias ayudan a que las piernas descansen y se recuperen para el siguiente día.
 
En cuanto a los resultados deportivos, hay decir que el vencedor masculino fue el brasileño Ernani Souza con 9h32:28, seguido muy de cerca por los argentinos Marcelo “el Pela” Fenske a solo 1 minuto y 25 segundos y el gran Gustavo Reyes que se quedó a 1 minuto y 52 segundos con respecto al ganador. Mientras, en la competencia femenil Luciana Urioste, de Argentina, consiguió ser la más rápida marcando un registro de 12h07:08. Las brasileñas Tessa Roorda y Adriana Vanesa Vargas fueron segunda y tercera, a más de 12 minutos de la vencedora.
 
Por mi parte, cerré la competencia en el puesto 52 de 1275 participantes con 13h32:34 y finalizando en el puesto 16 de la categoría de menos de 30 años. Vine aquí a disfrutar de la carrera y lo conseguí, ya que, como mencioné antes, hubo momentos de la prueba realmente brillantes, en los que valía muchísimo más la pena detenerse para observar el paisaje que continuar corriendo.
 
Conocerán más detalles de este Cruce en el próximo número de Runner’s World y ahí se convencerán de lo que les contaba en la primera frase de esta publicación: “Si tienen la oportunidad, vengan a correr esta competencia”.
 
Por Nacho Barranco