¿CUÁNTA AGUA DEBO DE TOMAR EL DÍA DE LA CARRERA?

Seguramente has escuchado lo importante que es la hidratación; hay incluso puestos de agua y bebidas isotónicas en lugares estratégicos durante la ruta de la carrera, pero esto puede convertirse en tu mejor aliado o una verdadera pesadilla. Aquí te contamos el por qué.

Los corredores frecuentemente culpan a la deshidratación por bajarle al paso de la competencia y no lograr la marca que se habían establecido. Y sí, la perdida de fluidos puede contribuir, aunque tal vez menos de lo que piensas. Aquí te presentamos unas recomendaciones de cómo manejar tu “mesa de hidratación personal” en tu distancia larga.

UTILIZA TU SED

La falta de líquido definitivamente conlleva a una disminución en tu desempeño, pero “falta” es un término relativo y la cantidad de agua que necesitas, varía de acuerdo a las características individuales y condiciones climáticas. En vez de buscar una fórmula matemática, utiliza tu regulador integrado e interactivo de agua: la sed. Enfócate en esto, tu cuerpo es sabio y te la pedirá cuando la necesite, así evitarás beber demás.

NO EXAGERES EN LAS CANTIDADES

No cometas el error de pensar que tomar más de lo que normalmente harías solo por hacerle caso a tu sed, te hará ir más rápido como por arte de magia. No será así. La respuesta fisiológica normal al ejercicio y el sudor es perder algo de nuestro peso corporal en líquido. Típicamente, cuando ingerimos agua al sentir sed perdemos de 2 a 3% de nuestro peso porque no lo remplazamos al 100% debido al sudor. Es normal y no quiere decir que estés deshidratado. Tomar agua cuando tengas sed lo evita. Beber suficiente líquido para evitar perder peso no te hará más veloz, de hecho, te dejará sobrehidratado.

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