14 pensamientos de un runner cuando se lesiona

El que diga que no, o está mintiendo o NUNCA se ha lesionado. Pero si has estado en la "congeladora" por un tiempo, sabes que eres la persona más exagerada del mundo. ¡Checa este top, te vas a identificar, reír un poco y si estás pasando por una lesión… ¡TRANQUIL@, te vas a recuperar y volverás a correr!

1. El mundo se nos cierra a un sólo pensamiento: "No voy a volver a correr, se acabó mi carrera deportiva". 

2. Creémos que somos la única persona que lo ha sufrido si no es una lesión común y por tanto, buscamos hasta debajo de las piedras una solución.

3. Parecemos "leones enjaulados". Como no podemos salir a entrenar, damos vueltas por toda la casa o trabajo para calmar la ansiedad de ponernos los tenis y salir a correr.

4. Empezamos a buscar nuevas actividades porque, según nuestra mente, el running "no es para mi, siempre me lo dijeron que era peligroso para las rodillas y ahí está la consecuencia". 

5. Pasamos de la negatividad total a ser los personajes más positivos del mundo en un santiamén: "Ya no me duele tanto, ahora si, voy con todo para romper mis marcas".

6. Instagram es nuestro "mejor amigo" en ese lapso de inactividad con publicaciones del progreso de la lesión y de cómo extrañamos al running.

7. La primera publicación en Facebook es relacionada con cómo te sientes de estar lesionado. ¡En serio! Se los digo por experiencia.

8. ¡Uy! Aguas si tenemos una carrera cerca porque hacemos hasta lo imposible por tener la aprobación médica y si no, de todos modos nosotros nos damos el alta. ¡Ahí si exageramos! 

9. Buscamos motivación de todos lados: amigos, familiares, compañeros de carrera, etc. Es posible que así tengamos la sensación de estar más cerca de volver a las pista… Bueno, eso pensé yo cuando me lesioné. 

10. Aprovechamos para que nos mimen nuestros seres queridos. Sobre todo la novia o esposa. 

11. Somos necios, porque a pesar de que el médico nos dijo: "no puedes correr en tanto tiempo", ahí vamos, nos sentimos bien y queremos correr. ¡Somos necios! 

12. Vemos con nostalgia cada una de las medallas que ganamos y ¡por qué no! Hasta publicamos en Facebook que vamos a extrañar esos momentos. ¡No me vean a mi, yo no fui! 

13. Prometemos que con esta experiencia, "ahora sí, ya me voy a cuidar y hacer caso a mi cuerpo". En serio espero que muchos lo hagan porque es básico para durar mucho en este deporte tan hermoso.

14. El día que nos dan de alta, todo es felicidad, bombos y platillos. Al día siguiente queremos volver al mismo ritmo y… ¡Sorpresa! Ustedes saben la respuesta.

Es cierto, somos personajes muy complejos que logramos tener conversaciones internas tan profundas que el mismo Freud se sorprendería. ¿Con cuál de estos te identificas? ¿Nos faltó alguno? ¡Compártelo en nuestras redes sociales!